La utilización de las flores con fines terapéuticos se remonta a tiempos ancestrales. Desde las culturas Celtas, Orientales, Incas, hasta Paracelso y Steiner, padre de la medicina antroposófica, hacen referencia a la energía sutil y terapéuticamente poderosa de las flores.
Luego Bach, en el siglo pasado comenzo a recuperar, sistematizar y documentar el conocimiento de sus efectos sobre la salud fisica y emocional.
Con el paso del tiempo la terapia floral creció de forma inevitable y hacia finales de los setenta tiene lugar un acontecimiento muy importante para todas las medicinas naturales: la Organización Mundial de la Salud reconoce el valor terapéutico de las esencias florales como el de muchas terapias alternativas y complementarias.
Patricia Kaminsky y Richard Kats en California desarrollaron su propio sistema, y Ian White en Australia hizo lo mismo. Posteriormente mucha gente dedicada a la terapia floral empezó a incursionar en la flora local de cada país, buscando alternativas naturales para recuperar la salud, tanto física como emocional y espiritual.
Hoy en día médicos naturistas, psiquiatras y terapeutas, químicos y botánicos continúan investigando el efecto de distintas flores en los seres vivos, ya sea en la esfera emocional, energética, psicológica y hasta física. En esta sección mencionaremos el efecto de las esencias florales más conocidas y testeadas empíricamente.
Las esencias florales son extractos sutiles líquidos, que se toman generalmente por vía oral y que sirven para ahondar temas profundos relativos al bienestar emocional, el desarrollo del Alma y la salud mente-cuerpo. También pueden aplicarse tópicamente y asperjar en los ambientes en que se quiera renovar la energía.
En principio, no. Las esencias florales se pueden tomar con cualquier otro sistema, tanto alopático como natural, no interfiere en absoluto con otros sistemas y es un gran complemento. Luego de la toma de un tiempo de las flores, se puede evaluar que medicamentos sean necesarios. Las flores curan muchos problemas de insomnio, tensiones, depresiones, como también somatizaciones digestivas, alérgicas, dolores crónicos, etc.
Lo normal es que el terapeuta haga un estudio del paciente y a través de algunas preguntas intuya que flores son las adecuadas en cada caso, cuales son las prioritarias, a lo largo del tratamiento puede necesitar revaluar esas esencias e ir cambiándolas a medida que el paciente note sus efectos y haga cambios. También hay pruebas kinesiológicas para testearlas.
No hay un tiempo fijo para experimentar cambios, dependerá en gran medida de nuestra sensibilidad, del tiempo que llevemos con el problema y del problema en sí mismo. Hay flores como el rescue remedy que actúan rápidamente, en minutos y para situaciones críticas, y hay flores como la avena que demoran días o semanas en mostrarnos nuestra vocación o aumento de creatividad. Pero siempre vemos los resultados. Si en el periodo de un mes no se notaran cambios sería interesante revaluar las esencias que se están tomando.